Para comenzar, haremos muchas preguntas sobre tu idea, tu proyecto o sobre tu web actual (si la tienes). Necesitamos conocer a fondo tus necesidades y objetivos para poder empezar el trabajo.
Después, recopilaremos todo el material necesario: menú de navegación, logotipo, contenidos y textos, imágenes, etc., y estableceremos el mensaje que la web tiene que comunicar y el tono que vamos a usar para comunicarlo.
¿Ya está todo preparado? Pues ahora nos toca a nosotros. Abriremos un espacio de trabajo en el que iremos, juntos, analizando el progreso del trabajo, tanto en su parte estética como en el área de contenidos.
En este espacio en pruebas, podrás comentarnos lo que te gusta y lo que no te convence tanto, e iremos modificando, añadiendo y reflexionando hasta dejar todo a tu gusto.
Cuando ya tengamos la versión definitiva de la web, será el momento de trabajar a fondo la versión para móviles y tablets, así como optimizar el SEO y pulir la velocidad de carga de la web.
Después, ya solamente nos quedará adaptarla al nuevo RGPD e ir ajustando tu servidor y hosting para publicarla. Una vez publicada, podremos darle ya un último repaso, instalar herramientas de control de visitas y comprobar que todo está funcionando correctamente.